¿Con quién comparar a la gente de hoy?

Nunca deja de aparecer esa ocasión en donde uno se pregunta por las actitudes de la sociedad. Me refiero en este post al caso en el que uno hace una cosa y es criticado, y si hace la opuesta también es criticado. “Si es sí porque sí, y si es no porque no”.

Anoche leía lo siguiente:

¿Con quién puedo comparar a la gente de hoy? Son como niños sentados en la plaza, que se quejan unos de otros: Les tocamos la flauta y ustedes no han bailado; les cantamos canciones tristes y no han querido llorar.

Por supuesto que este tipo de actitudes vienen de hace mucho tiempo. Después el texto sigue:

Porque vino Juan, que no comía ni bebía, y dijeron: Está endemoniado. Luego vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: Es un comilón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores. Con todo, se comprobará que la Sabiduría de Dios no se equivoca en sus obras.

Estas son palabras de Jesús, y las leí en Mateo 11,16-19. A veces cuando leo la Biblia, personalmente, me sorprende la actualidad que tiene un texto que se escribió hace unos 2000 años, la forma en que dice las cosas, y también la autoridad con la que Jesús hablaba a sus contemporáneos.