Balotaje 2015

El próximo 22 de noviembre los argentinos vamos a votar para elegir a nuestro próximo presidente. Hace poco compartí en Facebook un artículo de Adolfo Pérez Esquivel donde, luego de repasar algunos hechos que él considera importantes, afirma que votará por Daniel Scioli.

En dicho post unos amigos dejaron unos comentarios con algunas opiniones. Les comparto la respuesta que yo puse, porque creo que logré resumir bastante mis ideas sobre esta cuestión. Les agradecería mucho si tienen algo para compartir, con la idea que sea, voten a quién voten. Me interesa muchísimo.

Les dejo, entonces, mi opinión.

Muchachos, primero, muchísimas gracias por compartir sus puntos de vista, muy valiosos y que personalmente me hacen volver a preguntarme acerca de convicciones que fui formando en estos últimos años. Siempre comparto estas cosas esperando algún retorno, y como lamentablemente casi nunca es el caso, estoy muy agradecido del suyo.

Estoy de acuerdo con Julio de que es muy simplista afirmar que hay dos modelos. Seguro que hay varias formas de pensar un país, y muchas más maneras de implementarlas. Algunas se podrán agrupar por similaridad más que otras. También creo que es muy simplista hablar de derecha o izquierda, como hacen muchos, o incluso de derecha/centro-derecha/centro/…/izquierda, como si hubiera 2 o 5 formas de pensar. Otra típica es los conservadores y los progresistas, como si fuera imposible pensar algo diferente a ambos. Esto realmente es simplista y patoteril y tal cual dice Julio, hace que la gente no piense, sino que clasifique rápidamente usando estas etiquetas. Con lo anterior entiendo que respondo a las preguntas del Caño (no estoy seguro si las entendí bien).

Pero, muchachos, lo anterior no alcanza. Es valioso y verdadero, pero lo concreto es que el 22 de noviembre hay que elegir. Hay que elegir, primero, si vamos a votar o no. Podríamos hacerlo en blanco o no asistir. O podríamos votar a Scioli o a Macri. Esa es la realidad, sin dejar de ser cierto todo lo que dijimos antes. El 25 de octubre teníamos 6 opciones, ahora tenemos 2. Personalmente destino una buena parte de mi día escuchando entrevistas, viendo debates, leyendo opiniones de periodistas, charlando con gente adulta que vivió varios gobiernos, leyendo sobre lo hecho por ambos candidatos en sus respectivos distritos, su estilo para gobernar, observando qué pasa en la calle, en las empresas, en el campo, en las universidades y en los laboratorios.

Algunos acusan al que no le gusta de lo peor, de ser una mala persona. Yo personalmente creo que ambos son buenas personas. De hecho, tengo una gran admiración por la gente que se dedica a la política, de cualquier partido. Es muy grande lo que hacen, es realmente «una de las más altas formas de la caridad», es negarse a uno mismo por el bien de todos. No se me escapa que quizá soy ingenuo, pero primero elijo creer. Algunos dirán que ambos son malos candidatos. Pero como decía Dolina, en ese caso uno tiene que poder darse cuenta de que no son igualmente malos. Y yo veo que estas dos opciones, las ideas que defienden estas dos buenas personas, son realmente dos opciones muy diferentes.

Yo también elijo votar a Daniel Scioli. Me parece que es la mejor de estas dos opciones que tenemos. Conozco prácticamente a todo su eventual gabinete, me encantan sus economistas y son los únicos que logro entender con precisión (como Miguel Bein y Gustavo Marangoni), se han mostrado, según entiendo, abiertos a dialogar desde que trabajan en la provincia, hay mucho respeto con sus adversarios (un claro ejemplo fue el de hace unos días, entre Marangoni y Melconian, donde el primero aclaró unos dichos del segundo que se habían malentendido y extendido). Creo que representan otro estilo de gestión, diferente al actual gobierno. Y principalmente, defienden una idea del Estado en el que éste tiene un rol más activo. Podríamos hablar también de ciencia y tecnología, una cuestión que me toca de cerca. Las autoridades del CONICET y muchos investigadores y becarios (entre los que me incluyo) tienen una fundada preocupación ante un eventual gobierno de Macri, quien ha ignorado a los científicos en CABA. Muchas veces desde el PRO afirman defender estas ideas que nombré, pero tengo serias razones para creer que en realidad ellos están hablando de otra cosa. Me preocupa que no hayan definido los nombres de los eventuales ministros, que intencionalmente no sean claros en las propuestas (estas afirmaciones de Sturzenegger son lamentables y el video muestra cómo es el discurso de casi todos en el PRO: https://youtu.be/gHmLC-BGzK0) y que a todo lo reduzcan a liberar el cepo y al tipo de cambio, como si fuera tan fácil solucionar los problemas del país. Comparen esto con las ideas de Miguel Bein, por ejemplo en esta entrevista con Fantino https://youtu.be/nfYF9L7E2ik o la conferencia en la Fundación DAR https://youtu.be/J9bFrNRnVss. Les pido también su opinión, por supuesto, pero yo veo propuestas diametralmente opuestas, al menos en las cuestiones que yo considero claves. Unos parece que únicamente hablan de números y que todo cierre, otros hablan de eso pero también de la enorme responsabilidad de que las medidas dejen sin trabajo a las personas, de reducir el valor de los salarios, etc.

En definitiva, simplemente quiero elegir la mejor propuesta, y creo que tengo elementos más que suficientes para hacerlo. También quiero votar con libertad, como decía un amigo que se sentía “acusado” por su elección. Pero también deseo hacerlo con responsabilidad. Quiero ser responsable de lo que pronto vaya a elegir. Quiero, dentro de unos meses, unos años, decir “en esto me equivoqué”, “en esto otro la pegué bastante”, “¿cómo no fui capaz de ver aquello?”, y que me lo digan ustedes también.