Es más fácil

Hicimos un viaje en familia a Estados Unidos y cuando veníamos de regreso, al pasar la seguridad del aeropuerto con las tres niñas (10, 7 y 5 años) la escena fue digna de una película de comedia; como siempre sucede, había mucha gente haciendo cola y con prisa, lo cual nos altero a todos y aunque tratábamos de hacer las cosas de la manera mas rápida posible el resultado no era del todo bueno; las niñas sentadas en el suelo pedían nerviosas que las ayudáramos para desamarrarse los tenis, nosotros desesperados les pedíamos que se apuraran, ya habíamos tomado 8 charolas y entre zapatos, chamarras, monedas, cámaras, llaves, celular, cinturones, bolsas, maletas de mano, peluches, etc. etc. etc. no eran suficientes y tampoco avanzábamos; la gente murmuraba y nos miraba con asombro hasta que dos señoras que venían atrás de nosotros finalmente se animaron y nos dijeron en tono entre burlón y sarcástico “es mas fácil viajar sin niños”

Por supuesto que es más fácil viajar sin niños, más fácil aun sería no salir de viaje. Es de llamar la atención como las personas del mundo de hoy nos regimos por la cultura del “Es Más Fácil”, del mínimo esfuerzo, de la comodidad, de los resultados rápidos sin trabajo.

Es más fácil vivir en unión libre sin compromisos o divorciarnos al primer problema; que comprometernos a vivir en matrimonio toda la vida afrontando con amor y sacrificio los problemas que la vida nos presente.

Es más fácil no tener hijos o limitarnos a tener solo uno “para darle más”; que afrontar con paciencia y esfuerzo los sacrificios y retos que una familia de más hijos representa.

Es más fácil tener en nuestra casa cualquier cantidad de canales de televisión convirtiéndola en la niñera de nuestros hijos; que dedicarles parte de nuestra atención y tiempo para realizar actividades con ellos.

Es más fácil darles a nuestros hijos todo lo que nos piden y ceder ante sus caprichos para tenerlos contentos y evitar discusiones; que enseñarles el valor del trabajo, el esfuerzo, el sacrificio y la dedicación para lograr obtener la recompensa.

Es más fácil solucionarles la vida y sus problemas haciéndolos dependientes de nosotros; que guiarlos y prepararlos para que sepan enfrentarse a la vida, dejándolos crecer levantándose de sus fracasos y que el día de mañana puedan volar solos.

Es más fácil promover entre los adolescentes el “sexo seguro” sin medida, dando rienda suelta al placer, al libertinaje y a sus instintos; que luchar por una educación sexual basada en valores, el amor, la castidad y la responsabilidad.

Es más fácil aparecer ante la sociedad como un gran “progresista” promoviendo la legalización del aborto y la eutanasia; que luchar con valor por la defensa de la vida y el respeto de la dignidad de la persona.

Es más fácil buscar el éxito en nuestra vida “siendo muy vivo”, tomando el camino corto de la corrupción, la trampa, el robo, el abuso, el engaño, la mentira, pasando por encima de los demás; que buscar el éxito trabajando con honestidad, esfuerzo, dedicación, sacrificio, conciencia social, buscando nuestro propio bien y procurando el de los demás.

Cada quien podremos agregar a la lista cualquier cantidad de “Es Más Fácil”, la elección del camino que queremos seguir esta en nuestras manos; los resultados de la cultura del mínimo esfuerzo, de la comodidad, del “Es Más Fácil” están a la vista; basta con encender la televisión y ver algún noticiero o leer cualquier periódico.

Muy buena opinión de Raúl Martínez Caso en la sección “Familia y Vida” en es.catholic.net